La actriz filipina Marina Visconti con su escena caliente donde se acostó con su padrastro, un cazador de mujeres profesional. Hace que un romance en ciernes y la diferencia de edad sean una llama ardiente escandalosa. Ella lo satisface voluntariamente, para demostrar su talento. Esa escena vigorosa y primitiva juega a la seducción con un toque de pathos, que solo hace que los espectadores exijan más.